jueves, 14 de febrero de 2013

Matemagia de cosecha propia

En la entrada anterior, "Un matemago, una resta y un billete de euros", describía dos trucos de matemagia. El otro día, pensando sobre algunas de las cosas que he escrito en las últimas entradas se me ocurrió otro matetruco.

Este es de ejecución un poco más elaborada que los anteriores, pero me parece interesante. Así que comparto este matetruco de cosecha propia:

1º. Escriba un número con una cantidad par de cifras (2 cifras, 4 cifras, ...). Para facilitar el trabajo vamos a enmarcar sus cifras con círculos y cuadrados de la siguiente manera: la última cifra del número (derecha) la rodeamos con un círculo, la siguiente con un cuadrado, la siguiente con un círculo, la siguiente con un cuadrado, ... y así hasta que lleguemos a la primera cifra (que deberá ser un cuadrado).
     Ejemplo: 934763.
          Círculos: 3, 7 y 3.
          Cuadrados: 6, 4 y 9.

2º. A partir del número anterior construya otro número intercambiando las cifras círculo por cifras cuadrado. Puede ponerlas en el orden que quiera siempre y cuando todas las cifras que en el primer número son círculos en el segundo número sean cuadrados (y viceversa).
     Ejemplo: 343976.
          Círculos: 6, 9 y 4.
          Cuadrados: 7, 3 y 3.

3º. Sume ambos números y enmarque sus cifras con los círculos y cuadrados de igual manera que antes.
     Ejemplo: 934763 + 343976 = 1278739.
          Círculos: 9, 7, 7 y 1.
          Cuadrados: 3, 8 y 2.

4º. Del resultado escoja una cifra y diga al matemago el resto de cifras, pausadamente primero las cifras círculo y luego, avisando del cambio, las cifras cuadrado. A continuación diga si la cifra escogida que no ha dicho es un círculo o un cuadrado (si el matemago es hábil no será necesario decirle si es cuadrado o círculo porque lo sabrá).
     Ejemplo: del resultado 1278739 escogemos la cifra 8 que es un cuadrado.
          Empezamos a decir las cifras.
          Círculos: 9, 7, 7 y 1.
          Cuadrados: 3, 2 y una que no digo.

5º. El matemago será capaz de decir la cifra que no le ha dicho.
     Ejemplo: El matemago afirma que la cifra que no hemos dicho es... 8.

¿Cómo lo habrá adivinado?


No es clarividencia, sino matemagia. La explicación la escribiré en otra entrada.

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